El problema de sentirse como forastero

Este libro tiene un título muy apropiado

Hay gente que se pasa toda su existencia sintiéndose como pez fuera del agua. No encaja en ningún sitio, se le dificulta tener amistades, se siente incomprendida incluso por sus familiares. Son personas que por más que tratan de "actuar normal" no pueden, que no le ven sentido a seguir las convenciones dictadas por una sociedad que en el mejor de los casos es hipócrita, que cuestionan el por qué de todo y que se imaginan un mundo donde las cosas son totalmente diferentes.

 

Esta gente, aunque haga su mejor esfuerzo por aparentar normalidad y hasta haga un papel convincente en algunos escenarios, sufre mucho. Hay días en que están felices, que creen que nada puede sacarlos de ese estado, hasta que pasa algo que los devuelve a su triste realidad. Son personas propensas a los relajos y las burlas debido a su forma "diferente". Tratan de convencerse de que ellos tienen la razón, que las grandes mayorías casi siempre están equivocadas, y si bien esto puede ser cierto, tarde o temprano resulta obvio que esas grandes mayorías, aunque estén equivocadas, dominan.

 

Hay gente que paga caro esta forma de ser. Casi todos sufren en menor o mayor medida. Algunos buscan mecanismos de escape que van perfeccionando con el tiempo, otros buscan desahogarse a través de la escritura, la lectura, los rompecabezas o escuchando música. Algunos, por más que lo intenten, no logran concentrarse, y por ende ninguno de sus mecanismos de escape hace realmente su trabajo. Pasan horas antes de que la rabia ceda y de paso a la concentración y la sensación de bienestar que tanto anhelan. Es duro, incómodo y desagradable, pero es una triste realidad para más gente de la que uno imagina.

 

Es posible que algunas de estas personas tengan un problema "inexistente", que hayan desarrollado una cierta paranoia y no se hayan dado cuenta. Es posible que al menor estímulo reaccionen de una manera exagerada, y eso, obviamente, tan solo los aleja más del resto de la gente. Sin embargo, la otra cara de la moneda es que hay gente que se alimenta del sufrimiento generado a esa gente. Gente que adrede hace comentarios que se sabe van a generar una cierta reacción. Este grupito se queda extasiado admirando su obra, viendo el efecto generado sobre la otra persona, que a su vez se siente atrapada en un mundo asfixiante. Un análisis rápido en la superficie de la situación haría a cualquiera pensar que es una exageración la reacción, pero para el que tiene la reacción las cosas no son tan sencillas.

 

Es duro pasarse la vida entera con la sensación de que nadie nos toma en serio o nos comprende. Ver gente que a propósito hace comentarios que tienen el potencial de generar una reacción en cadena. Sentirse burlado, relajado, como un idiota o un perdedor. Mucha más gente de la que creemos pasa a diario por esa situación, con disimulos que a veces no funcionan tan bien.

 

Tolerancia, comprensión, respeto. Si tan solo la gente aplicara un poco más de estas cosas en el día a día las cosas fueran diferentes.